Por Lilia E. Calderón Almerco
En el universo de los libros vivía un libro muy bello, pero muy
solo. Su pasta era fuerte y elegante, y en sus páginas se mostraban aves,
mariposas, animales feroces, mapas, flores, duendes, gigantes, brujas y una historia
jamás contada. El libro era vistoso, sus colores eran brillantes y variados
como un arco iris infinito, pero le faltaba amigos. Los niños y niñas veían televisión, jugaban y
se divertían, pero no prestaban atención al libro.
Una tarde, un niño observador lo descubrió. Sintió
curiosidad, abrió el libro y quedó fascinado. El libro tenía mucho que contarle
a través de palabras e imágenes que iban pasando por sus ojos asombrados
mostrándole un mundo nuevo y fantástico. Así, el tiempo pasaba sin que el niño
lo advirtiera.
Más tarde, ese niño contó su aventura a otros niños, y estos
a otros, hasta que se formó una gran red de pequeños lectores que
descubrían tesoros al abrir y leer el libro que había estado solo por tanto
tiempo. Muy pronto, los niños y las niñas aprendieron a divertirse leyendo el libro de nuestra historia y otros libros que encontraban.
Desde entonces, ninguno está solo, pues los niños, las niñas y los libros son ahora grandes amigos.
Actividad
1. ¿Quién o quiénes son los protagonistas de esta historia?
a) los niños
b) las niñas
c) el libro
d) Todas las anteriores
2. ¿Por qué el libro se sentía solo?
a) Porque no tenía amigos.
b) Porque los niños no le prestaban atención.
c) Porque solo veía televisión.
d) a y b.
4. ¿Cómo el niño observador descubrió el mundo nuevo y fantástico que el libro contenía?
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5. ¿Qué pasó después que los niños leyeron el libro que había estado solo?
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6. ¿Cómo los niños y las niñas pueden ser amigos de los libros?
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7. Dibuja la portada de un libro que sea tu amigo.
