domingo, 25 de diciembre de 2022

EL AMOR DEL NIÑO DIOS

 Por Lilia Esmeralda Calderón Almerco

Aquella navidad, los reyes magos viajaban con tantos regalos que los camellos se cansaron y se negaron a seguir caminando. Entonces, los magos decidieron que los niños y niñas desobedientes y quienes habían incumplido sus deberes escolares durante el año no recibirían regalos. Es así que se detuvieron para aligerar la carga.


En ese momento, el niño Dios, desde el cielo, dijo a los reyes magos

Sigan su camino con todos los regalos, pues las niñas y los niños descuidados también merecen ser perdonados. Yo haré que los camellos caminen y no se cansen, pero pongan en primer lugar todos los juguetes cuya escritura tenga las sílabas tra, tre, tri, tro o tru.
Inmediatamente los reyes magos pusieron sobre los camellos un trineo, un triciclo, un tren, un perro Tribilín con triple collar, una muñeca Patricia, un mono trapecista, un osito con traje de marinero, un potrillo de madera, una trompeta, una matraca, un tractor eléctrico, una estrella musical y muchos más.


Así, los reyes magos, muy contentos, cumplieron su misión navideña, y aquellos niños descuidados comprendieron que el amor del niño Dios es tan grande que siempre nos perdona.

domingo, 11 de diciembre de 2022

ESTRELLA PARA JESÚS

 Por Lilia E. Calderón Almerco


Subo feliz hasta el cielo,
del cielo cojo una estrella, 

 la estrella para la casita,
una casita de madera y paja,


la paja que será la cuna,

cuna sencilla para el rey,

ese rey es mi Jesús

que me trae paz y bien.

martes, 29 de noviembre de 2022

RONDAS DE NAVIDAD

Por Lilia E. Calderón Almerco

Juguemos una ronda 

Juguemos una ronda,

la ronda de navidad.

Unamos nuestras manos,

que ninguno se quede atrás,

pues Jesús nos quiere a todos

y el amor es navidad.


Campanas de navidad

Dan, dan, dan suenan las campanas,

den, den, den vuelven a sonar,

din, din, din dicen que mañana,

don, don, don en mi corazón,

dun, dun, dun nacerá Jesús.


Late el chocolate

 

Late que late el chocolate

que prepara mi mamá.

Late que late el chocolate

que se sirve en navidad.

Ton que te ton el panetón

que mamá tan precavida

escondió en un cajón.

domingo, 2 de octubre de 2022

HAY NO ES AY

Por Lilia Esmeralda Calderón Almerco


HAY cosas que HAY que decir, 

pero también escribir

en versos de principiante

a favor de un estudiante.


Cuando te refieras al verbo HABER

escribe HAY con H

y cuando de interjección se trate

la H no debes poner.



Pues HAY no es ¡AY!

aunque suenen iguales.

Con muy buenos modales

la H ocupa su lugar.


HAY mucho que escribir,

pero HAY que escribirlo bien.

HAY tanto que leer y...

¡AY! Ya me tengo que ir.

miércoles, 31 de agosto de 2022

MI GATO FORTUNATO

 Por Lilia Esmeralda Calderón Almerco


Menudito y agraciado es mi gato Fortunato,

tan travieso y tan pequeño

que se mete en un zapato.



Son sus ojos dos lagunas

de aguas verdes cristalinas

que me espían con ternura

y de noche se iluminan.



Salta como un acróbata

y se esconde en un rincón.

No lo he visto en todo el día.

Solo escucho su ron, ron.

martes, 26 de julio de 2022

PINTO MI BANDERA

Por Lilia Esmeralda Calderón Almerco

De rojo y blanco

yo pinto mi bandera

el blanco de la paz

y el rojo del heroísmo

y en mi corazón escribo

¡que viva el Perú!


Yo pinto mi Perú

amable y fraterno

donde todos habitan

con trabajo y salud

y en el corazón palpita

¡que viva el Perú!

lunes, 20 de junio de 2022

PERÚ EN MI CORAZÓN

 Por Lilia Esmeralda Calderón Almerco

En la sierra

la limpia nieve descansa,

en la selva

compiten la lluvia y el sol,

en la costa

el ancho mar se agiganta,

y en todo el Perú

habita mi corazón.

viernes, 6 de mayo de 2022

MAMITA, YO TE QUIERO

Por Lilia E. Calderón Almerco

Mamita, yo te quiero hasta el cielo azul.

Dime, ¿hasta dónde me quieres tú?


Te quiero hasta las nubes

que parecen de algodón.

Te quiero hasta la luna 

que sale después del sol.


Mamita, yo te quiero hasta el cielo azul.

Dime, ¿hasta dónde me quieres tú?

sábado, 16 de abril de 2022

EL LIBRO DE MI ABUELO

Por Lilia Esmeralda Calderón Almerco

Un día, papá me regaló

un libro de mi abuelo

con pasta vieja de cartón 

e incontables agujeros.

 


Una docta polilla

con fama de estudiosa

vivía en aquel libro

comiéndose las hojas.

               

Sin aviso, se marchó

y partió muy disgustada,

pues poquito le faltaba

para ser una graduada.

jueves, 17 de marzo de 2022

LAS NUBES VIAJERAS

 Por Lilia Esmeralda Calderón Almerco

Una nube pequeñita,

cual motita de algodón,

va pasando por el cielo

con afán de visitar a Dios.

 

Unas nubes errantes,

que la vieron pasar,

emprendieron el camino

por la ruta celestial.

 

Allá van las nubes viajeras

saludando al nuevo día,

despejando el cielo azul

con amable cortesía.

lunes, 14 de febrero de 2022

LAS HORMIGAS DORMILONAS

 Por Lilia E. Calderón Almerco


Las hormigas dormilonas

no salieron a trabajar

y en sus sábanas de seda

se quedaron a soñar.


El sol que las miraba

las mandaba levantar,

pero ellas, dormilonas,

se acurrucaban más.

 

El viento que soplaba

las mandaba a trabajar,

pero ellas, dormilonas,

empezaron a roncar.


Muy pronto llegó el invierno

y las hormigas dormilonas

no encontraron alimento,

entonces ni el sol ni el viento

escucharon sus lamentos.

martes, 11 de enero de 2022

CUENTO "UNA ARAÑITA SOÑADORA"

Por Lilia Esmeralda Calderón Almerco

Hola, soy Irgeo, una arañita joven y soñadora, de aquellas que también sueñan despiertas. Te contaré que me gusta el invierno, excepto la lluvia, por ello, en esta época solo salgo con paraguas, y cuando me quedo en casa me dedico a leer y a tejer mi telaraña. 

Un día cualquiera, yo estaba en el techo de mi casa, en compañía de unas amigas. Conversábamos, reíamos y tejíamos. Yo hacía una telaraña moderna que estaba copiando de una revista de tejidos para arañas.  De pronto, miré hacia arriba y vi pasar un ave volando hacia lo más alto del cielo, y es entonces cuando...

Yo tenía dos alas de color azul y estaba en el aire, volando entre las nubes y girando con el viento. Desde muy lejos veía los techos de las casas y a mis compañeras tejiendo sus telarañas. Qué feliz me sentía, y pensé que volvería cuando quisiera y bajaría volando hasta la escalera de mi telaraña.  

De pronto, la risa de mis compañeras me volvió a la realidad y descubrí que había dejado escapar varios puntos de mi tejido. ¡Mi tela estaba hecha un desastre! Inmediatamente, traté de arreglarla, pero en ese mismo instante, un ventarrón seguido de una lluvia copiosa me arrebató el tejido. dejándome en medio de un gran charco de agua. Me quedé sin tela, pero sin sueños, no.