Julián, el pastorcito
que vio a Jesús en Navidad,
pastoreaba corderitos
y ayudaba a su papá.
Esa noche no durmió,
pues el ángel le avisó
que vendría el Niño Dios.
Y Julián partió contento
con su manta y su jumentoa adorar el nacimiento.
Con sus ojitos de aguas puras
al Niñito está mirando
y los ángeles cantando
"Gloria a Dios en las alturas".