Por Lilia E. Calderón Almerco
Una nube pequeñita
cual motita de algodón
va pasando por el cielo,
se dirige a visitar a Dios.
Unas nubes errantes
que la vieron pasar
también emprendieron el camino
por la ruta celestial.
Allá van las nubes viajeras
saludando al nuevo día,
despejando el cielo azul
con amable cortesía.